miércoles, octubre 01, 2008

Mente sana es cuerpo sano

Lo que pensamos y sentimos afecta a nuestro cuerpo. Las alteraciones mentales varían nuestra presión sanguínea y el hecho de sentirnos más o menos felices influye en nuestro sistema inmunológico.
De una manera casi imperceptible, estos impulsos de vida fluyen, se acumulan y se propagan a través de los sentimientos hacia los demás. Es parte u raíz de la energía viva que suma en la liberación de un instante mágico y eterno.