viernes, marzo 19, 2010

Fábula 4

Dice el cuento que en el principio de los tiempos se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: “Debemos quitar algo a los hombres, pero ¿qué les quitamos?”. Después de mucho pensar uno dijo: “¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar”. Propuso el primero: “Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo”. Inmediatamente repuso el otro: “No, recuerda que tienen fuerza; alguna vea alguien puede subir y encontrarla, y, si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está”. Luego propuso otro: “Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar”. Otro contestó: “No, recuerda que tienen curiosidad; alguna vez alguien construirá un aparato para poder bajar y entonces la encontrará”. Uno más dijo: “Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra”. Y le dijeron: “No, recuerda que tienen inteligencia; un día alguien va a construir una nave en la que puedan viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad”. El último de ellos había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ella y entonces dijo: “Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren”. Todos lo miraron asombrados y preguntaron al mismo tiempo: ”¿Dónde?”. El demonio respondió: “La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera que nunca la encontrarán”. Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva dentro.